por Babymoov

El desarrollo del sentido del gusto en el bebé

El desarrollo del sentido del gusto en el bebé

Conseguir placer comiendo es la clave de una buena diversificación.

Los inicios

El niño de pecho está expuesto a los sabores antes de su nacimiento. En el útero materno, ingiere el líquido amniótico repleto de los sabores de su madre. Para ser más precisos, la leche materna ha transmitido a sus papilas las características gustativas del régimen alimentario de la madre.

Alrededor de los cuatro meses, después de los cereales bastante neutros en los primeros biberones de la noche, los zumos de frutas y los caldos de verdura serán los primeros puntos de referencia nuevos. Desde este momento, el bebé empieza su experiencia con los sabores. Esté atento a sus preferencias. Aprenderá a conocer su sensibilidad, sus emociones y el ritmo al que podrá evolucionar con él. Entre los 5 y los 8 meses, podrá introducir nuevas texturas con purés de frutas y de verduras ligeros.

Además de las recomendaciones de su pediatra y de las obras disponibles que debería consultar, las reacciones de sus bebé y sus necesidades le guiarán por lo que se refiere a las cantidades y a la frecuencia de las novedades que puede introducir. Un rechazo puede leerlo en su rostro y más concretamente en su boca. Es aconsejable respetarle durante los primeros tiempos.

Los cinco sentidos

El bebé tiene los sentidos alerta: el gusto, pero también la vista, cuando descubre una verdura con forma y color divertidos, el oído cuando entiende el ruido de la batidora, y también el olfato cuando le llegan los efluvios de las comidas que prepara mamá.

Un ritmo que debe aprenderse

¿Su bebé le rechaza un alimento? ¡No se resigne!
A menudo, basta con proponérselo unos días después para que lo aprecie. Cada niño tiene su propio ritmo.

Los beneficios de desarrollar el sentido del gusto del bebé

Otro factor importante consiste en proponer al bebé alimentos variados y ricos en vitaminas y nutrientes, para responder a las necesidades de su crecimiento fulgurante.

Para su desarrollo psicológico, la comida es un momento social y sensorial que le abre al mundo que le rodea.

Los beneficios

Al principio, el organismo regula perfectamente la saciedad. Cuando el bebé le demuestra que ha comido suficiente, puede confiar plenamente en él. Por lo que se refiere a lo que come, es usted quien decide: un trozo de queso o de zanahoria para calmarle, más que una galleta azucarada antes de la comida.  Limitar el azúcar y las materias grasas, y dar prioridad a las verduras feculentas es una elección que contribuye a su educación alimentaria. Cuando el niño se quede al comedor escolar, o cuando sea adolescente, las lagunas y los malos hábitos adquiridos serán más difíciles de eliminar.

Cultivar la buena alimentación y crear una relación cómplice, permite al niño avanzar de forma serena en su alimentación.

Recuerde

Alimentar a su bebé significa aportarle los elementos nutritivos que necesita, pero también educarle cada día más allá de lo que es innato en él por lo que se refiere al sabor y la textura.

De la misma forma que la palabra o la limpieza, el sentido del gusto y comer bien son valores que deben inculcarse en los niños.