por Babymoov

El apio

Si bien el apio fue considerado durante mucho tiempo como una planta medicinal, ahora se consume como una hortaliza o como un condimento.

Las ventajas del apio

Bajo el nombre de apio se esconden en realidad dos hortalizas: el apio nabo, del que sólo se consume la raíz, en forma de gran bola, y el apio rama (o apio de tallos), del que se consumen los grandes tallos, gruesos y verdes. Hortaliza, a veces desdeñada, vuelve con fuerza a nuestras mesas gracias a su inconfundible sabor, que varía dependiendo de su preparación (crudo o cocido) y a sus altas propiedades nutritivas.

Propiedades

El apio nabo es poco calórico y poco energético (unas 18 Kcal por 100 g). Por ello es necesario asociarlo con otros alimentos más calóricos. También resulta una importante fuente de minerales (potasio, calcio, magnesio), oligoelementos (zinc, hierro, manganeso…) y vitaminas (A, B, C, E). Esta hortaliza es también rica en fibras, lo que favorecerá el tránsito del bebé.

Trucos

Para el bebé, el apio nabo se consumirá más bien cocinado en un primer momento, aunque también será posible comerlo crudo. Le aconsejamos primero cocinarlo al vapor antes de dárselo al bebé. El apio resulta delicioso cuando se prepara en forma de puré. Asócielo al principio a la patata y añada un poco de leche y una nuez de mantequilla para obtener un hermoso puré bien cremoso.

El apio rama se propone asociado a otras verduras, en puré o en potaje. Cortado en trocitos, se combina muy bien con judías verdes, calabacines, zanahoria…

¡Delicioso en un tajín! Las hojas también pueden aderezar maravillosamente una sopa como sustituto del perejil.

Se puede introducir el apio en la alimentación del bebé a partir de los nueve meses. Consulte con su pediatra, pues el apio puede jugar un papel en determinados casos de alergias cruzadas.

Conclusión

Si bien el sabor algo amargo del apio nabo puede echar un poco para atrás, es interesante para que el bebé mantenga una dieta variada..