por Babymoov

El ajo y la cebolla

Plantas aromáticas universales, el ajo y la cebolla se consumen en todo el mundo. Le permitirán perfumar los platos del bebé pero también aportarle numerosos nutrientes, necesarios para su salud.

Las ventajas de la cebolla y el ajo

El ajo y la cebolla forman parte de la misma familia, los aliáceos, y poseen por ello los mismos beneficios nutritivos.

Son ricos en vitamina B6, para la correcta formación de las células nerviosas en particular, y en vitamina C, que contribuye al correcto desarrollo de los huesos y los dientes del bebé. También poseen un efecto diurético y ayudan a eliminar.

¿Cómo elegirlos y conservarlos?

Existen numerosas variedades de ajo y de cebolla.

La cebolla se clasifica en general en función de su color: la blanca, la amarilla, más bien suave, la roja y la rosada. Elija la cebolla blanca con hojas verdes, lo que le asegurará que sea fresca. Para la amarilla, se recomienda utilizar la más pequeña para las guarniciones y reservar la más grande más bien para las sopas y purés del bebé.
En general, cuanto más grande sea la cebolla, más suave será su aroma y su sabor.

En cuanto al ajo, existe por ejemplo el ajo de primavera (o ajo rosa), que se conserva mucho tiempo, pero también el ajo de otoño, que puede ser violáceo o blanco.

Se podrán conservar entre tres y nueve meses en función de las variedades si se conservan al abrigo de la luz, pero sobre todo de la humedad. Sin embargo en la nevera, sólo se conservarán apenas una semana.

¿Cuándo y cómo prepararlos?

La cebolla y el ajo podrán empezar a introducirse cocinados hacia el 8º mes del bebé.

Recomendamos utilizarlos más bien cocinados, pues tendrán un sabor más suave que crudos.

Cuando se prepara cebolla, ¡lo más desagradable sigue siendo el cortarla y las lágrimas que provoca!  Para ello, un truco: moje con regularidad la hoja del cuchillo bajo el agua. ¡Eso le evitará tener los ojos rojos después de preparar la comida del retoño!

Para reducir los eventuales problemas de digestión (que se producirán sobre todo si la cebolla se consume cruda), podrá añadir unas gotas de limón, cuya acidez la cocinará suavemente.

Como indicado arriba, la cebolla amarilla es la más fuerte. Necesitará cocinarla mucho tiempo si aún así decide proponérsela al bebé.

Truco de la abuela

¿Lo sabía? Si el bebé tose de noche, puede colocar una cebolla pelada y cortada debajo de la cama para aliviarlo. A pesar del olor, la acción de este remedio es sorprendente y sobre todo muy eficaz.