por Babymoov

¡No haga del huevo una montaña!

El huevo puede ser un alimento difícil de introducir en las comidas del bebé. ¡Descubra todos sus secretos!

Aunque el huevo es un alimento completo y fácil de digerir, hay que introducirlo con prudencia en la dieta del bebé, pero seguramente con el mayor de los placeres para sus papilas gustativas.

Sus propiedades nutricionales

El huevo es una gran fuente de proteínas (1 huevo aporta el equivalente de 50 g de carne roja). Rico en vitaminas y oligoelementos, contiene además lípidos útiles para el desarrollo del cerebro.

Conservación

Para conocer su grado de frescor, la fecha de puesta debe aparecer en la caja y la inclusión facultativa de «frescos» o «extra-frescos», lo que asegura una garantía adicional y significa que los huevos datan de menos de 9 días. Para comprobar usted mismo el grado de frescor, sumerja el huevo en un bol de agua; si es fresco, se depositará en el fondo.  En la nevera o a temperatura ambiente, puede conservar los huevos 8 días para servirlos pasados por agua, y 15 días para cocerlos completamente.

Un huevo, dos huevos

El huevo de codorniz con la cáscara moteada es idóneo para el consumo del bebé y, como él, tiene el tamaño «bebé», lo cual puede ser divertido. Además podrá comérselo entero a partir de 1 año de edad. En cuanto al huevo de pato, que pesa alrededor de 150 gramos, es mejor que lo reserve para elaborar una tortilla para toda la familia.

No haga una montaña para introducirlo.

La regla es simple: un poco de yema de huevo a partir del sexto mes, y la clara del huevo o el huevo entero a partir del  año de edad. De cualquier forma, vigile a su bebé si hay antecedentes de alergias en su familia.

Las recetas que deben privilegiarse

A partir del sexto mes, puede proponer al bebé la yema cocida, mezclada, por ejemplo, con puré de patata. Alrededor del noveno mes, la yema de un huevo pasado por agua con cuchara o en una rebanadita de pan despertará las papilas gustativas del bebé. Teniendo en cuenta su contenido en materias grasas y en proteínas, puede dárselo entre dos y tres veces a la semana.

A partir del año de edad, el huevo revuelto, la tortilla o el huevo al plato entrarán a formar parte del menú del bebé. Puede acompañar los huevos con finas hierbas o con daditos de verduras cocidas al vapor.

Recuerde

El huevo ha de ser fresco e introducido a partir del sexto mes, si es moreno, y del año, si es blanco. Es una excelente fuente de proteínas menos costosa que la carne. Por su materia grasa, es jugoso y puede prepararse de múltiples formas deliciosas para que el niño vaya descubriendo sus propiedades a lo largo de los años.