por Babymoov

El chocolate

El chocolate plantea varias preguntas: ¿puedo dárselo a mi hijo? ¿a partir de qué edad? ¿en qué forma? Pequeño resumen de las reglas que se deben respetar en cuanto a la degustación del chocolate.

Las ventajas del chocolate

A pesar de las grasas que contiene, el chocolate está formado principalmente por ácidos esteáricos, que tienen efectos beneficiosos a nivel cardiovascular. El chocolate también se conoce por levantar el ánimo, así como por sus efectos estimulantes, gracias a la cafeína que contiene, que mejora las prestaciones y permite hacer frente al cansancio.

Propiedades

Conocido y reconocido por sus cualidades nutritivas, el chocolate es rico en:

  • magnesio y fósforo, que participan en la formación de los huesos y los dientes,
  • hierro, que permite la formación de nuevas células,
  • vitaminas B2 y B3, que producen energía y participan en el crecimiento y el desarrollo de su hijo.

Los postres del bebé

Los postres con sabor a cacao están desengrasados, de modo que son perfectamente seguros para su hijo. Basta con respetar la edad y las dosis indicadas: ¡una vez al día como máximo! También hay que vigilar que no aparezca una alergia.

El chocolate en polvo

Se puede añadir chocolate en polvo a los biberones del bebé a partir de los 8 meses. Se digiere bien porque no contiene el azúcar y la grasa del chocolate en tabletas. Y aportará un nuevo sabor a los biberones de leche. A partir de un año, el chocolate caliente por la mañana podrá ser una buena solución para que siga bebiendo leche, alimento indispensable para su crecimiento, y que a veces los bebés rechazan tras la diversificación. 

El chocolate en tableta

Se aconseja no dar al niño chocolate en tableta antes de los 2 años. Las grasas que contiene no siempre se digieren bien y también puede presentar riesgos de alergia. Sin embargo, después de los dos años, será mejor darle pan con chocolate para la merienda que los pasteles y bollos llenos de grasa.

Los postres con chocolate cocinado

Al ser muy rico en grasas, el chocolate permite realizar postres o pasteles, pero los pequeños no lo digieren bien. Podemos empezar, entre los 2 y los 3 años, con fruta con chocolate fundido, por ejemplo.

A partir de los 3 años, tiene veda libre y su hijo podrá por fin deleitarse con todos los pasteles, tartas y demás delicias al chocolate… Por supuesto, se limitará la cantidad y la frecuencia.

¿Negro, blanco o con leche?

El chocolate negro y con leche aportan la misma energía, pero su composición es distinta. Encontraremos más calcio en el chocolate con leche, pero menos magnesio que en el chocolate negro. En general, los niños prefieren el chocolate con leche pues es más dulce y normalmente menos amargo.

El chocolate blanco por su parte contiene manteca de cacao, leche y azúcar. Sus aportes nutritivos no son muy interesantes, pero a los niños les gusta. Eso también le permite variar los sabores (y los colores…).