por Babymoov

¿Cómo evaluar el equilibrio alimentario del bebé?

El equilibrio alimentario es un tema complejo, concretamente durante la diversificación alimentaria del bebé. Descubra en este dossier todos los consejos para lograr un equilibrio óptimo.

¿De qué se trata?

El equilibrio alimentario se basa en una alimentación variada en la que la aportación energética y nutricional se reparte perfectamente a lo largo del día. En otras palabras, para que el bebé crezca de forma equilibrada, no basta con saciar su hambre en cada comida, sino también en adaptar correctamente las cantidades.

Cada bebé es diferente

Un aspecto importante, en absoluto menor, es saber que el metabolismo y la constitución de cada persona son diferentes. Para un bebé más bien menudo y poco goloso, será necesario prepararle purés sabrosos y buscar sabores y texturas que estimulen su apetito. Para un bebé goloso, o glotón, intentaremos satisfacer su apetito con un volumen adaptado, pero con una menor densidad calórica, disminuyendo, por ejemplo, las dosis de alimentos feculentos y aumentando la cantidad de verduras que contengan muchas fibras y agua. El ritmo varía de un bebé a otro; por tanto, con paciencia y sentido común, encontrará con toda seguridad el equilibrio para su bebé.

Los mecanismos de regulación naturales

La sensación de hambre estimulará de forma natural al bebé a regular su toma alimentaria, más o menos importante. Cuando se sacia, su organismo no manifiesta ni gorgoteos, ni sensación de vacío, fatiga o nerviosismo.

El cerebro recibe asimismo señales de otra índole. De hecho, las emociones agradables resultantes de las sensaciones que experimenta el bebé durante la comida -olores, toques en el paladar o incluso sabores apreciados- saciarán y satisfarán también al pequeño.

Los alimentos afectivos

Usted ya debe saber que para conseguir un equilibrio afectivo y psicológico, el bebé necesita relaciones afectivas amorosas, tejidas con sus padres.  Por tanto, una atmósfera distendida y tranquila es tan importante como el biberón o el plato de comida.

En la práctica

A partir del quinto mes cumplido, la leche materna deja de responder completamente a las necesidades fisiológicas del bebé en crecimiento. Como punto de referencia, puede remitirse al siguiente esquema:

  • 4 porciones de glúcidos (azúcares lentos y rápidos): cereales, verduras, frutas y leguminosas.
  • 2 porciones de prótidos (proteínas de productos lácteos o animales): leche, quesos, carnes o pescados.
  • 1 porción de lípidos (materia grasa): mantequilla, aceite…

Como cada alimento tiene una composición diferente, las necesidades de micronutrientes, vitaminas y minerales se cubrirán con una alimentación variada.  Con el objetivo de evitar las grasas, los aditivos y los azúcares ocultos, priorice las materias primas más que los alimentos transformados industrialmente.

Recuerde

El equilibrio alimentario se mide a lo largo del día. Además de pesar todos los alimentos para conseguir los gramos exactos y calcular el número de proteínas o de lípidos servidos, es útil controlar la curva de crecimiento del bebé cada mes.