por Babymoov

¿Cómo organizar una semana de potitos pequeños caseros?

“Hecho en casa” no significa estar obligado a estar en la cocina después de una dura jornada. Es suficiente una mañana – preferentemente durante el fin de semana, para ir al mercado y comprar frutas y verduras – para preparar potitos para la semana. Ser un poco creativo y respetar algunas reglas de higiene para la conservación le permitirá conseguirlo sin problemas. Encontrarse con las amigas en el mercado, escuchar música o incluso beber algo con papá mientras se cocina, formarán pronto parte de su estilo de vida.

Organizarse

Para preparar y conservar los potitos para la semana, necesitamos recipientes pequeños de plástico con tapa (babybols, recipientes de silicona) que tienen la ventaja de conservar los alimentos en el frigorífico o congelador, además de poderse calentar directamente al vapor para ser servidos inmediatamente al bebé.

Para congelar las verduras y las frutas limpiadas y troceadas, el saquito con cremallera de pequeña capacidad tiene la ventaja de poder superponerse y ocupar menos espacio, si tiene un congelador pequeño.

La compra

El mercado es una excelente oportunidad para comprar desde los productores locales la fruta y la verdura de temporada, así como huevos frescos, pollo e incluso el pescado con una buena relación calidad-precio. En el supermercado, se puede completar la compra con productos lácteos, mantequilla, harina, azúcar o miel,…

Las normas de higiene

En el frigorífico, los purés de verduras o de frutas se conservan de 2 a 3 días como máximo. Para los potitos con proteínas animales como el pescado o la carne, el sentido común indica, en cambio, unas 24 horas. Sea cual sea la duración de conservación, es una buena indicación fiarse de su olfato, y en caso de duda, probar el alimento antes de dárselo al bebé. Para una conservación superior a 2-3 días, la congelación es fiable y se aplica a todos los alimentos (incluso a los productos lácteos). Esta tiene la ventaja de conservar las vitaminas y los colores.

Potitos caseros contra potitos industriales

La transición de la leche a los alimentos sólidos durante el destete es el momento adecuado para aprender a conocer a su pequeño comedor. En la vida diaria, la adición progresiva de compotas o de purés en biberón de leche o incluso la adición de pequeños trozos en sus platos, indica si el bebé está listo para acostumbrarse a los cambios de consistencia o incluso a la masticación. Usted es el maestro de su educación alimenticia y sensorial, y la frescura y el gusto de sus purés y compotas no tendrán comparación alguna con los potitos industriales.

Cuando se cocina, el bebé puede observar las zanahorias enteras, sentir el olor de un filete de pescado o escuchar cómo el agua fluye sobre la fruta que lava. Esto le permite adquirir una cultura culinaria desde pequeño.

Desde el punto de vista de la duración, los potitos caseros son muy ecológicos ya que son reciclables y sin un empaquetado superfluo.

Una pizca de sabor

Añada un poco de mantequilla o un poco de aceite de oliva que condimentan y potencian los sabores, ya que las grasas son conductoras. Asimismo, añada condimentos como el romero, el tomillo o la canela, durante la cocción de sus frutas y verduras, o incluso mezcle un poco de perejil o de perifollo en el puré, para potenciar el gusto de la comida y dar placer al bebé.

Programar una semana de potitos

Para una semana de 15 potitos, usted es libre para diferenciar el gusto y los colores.

Sin embargo, he aquí algunos consejos:

  • En el momento de cocer sus verduras del mercado, separe en los compartimentos de su Nutribaby(+). Esto permitirá, después, mezclar fácilmente los diferentes tipos de verduras en la batidora, para crear purés diferentes.
  • Para el dulce, alterne varios tipos de frutas para variar los colores entre el rojo frambuesa, el amarillo melocotón y el verde manzana, etc. Los potitos de compota se conservan al menos 3-4 días en el frigorífico en botes cerrados herméticamente.
  • Otro método consiste en pelar, cortar y congelar previamente las frutas y las verduras en varias porciones. Así, se puede cocinar y mezclar más rápidamente un pequeño puré para el bebé justo antes de la comida.
  • Es preferible añadir carne, pescado o productos lácteos en el momento de la comida. Es posible coger una pequeña cantidad de su comida, o congelar porciones adecuadas para el bebé.